Entre los diversos tipos de cromotografía, la técnica que es empleada con el propósito de separar los diversos componentes de una mezcla se conoce como cromatografía HPLC o líquida.
Esta fue la primera cromatografía en aparecer y se usó por primera vez por el botánico ruso Mikhail Tswett entre 1903 – 1906. Lleva ese nombre porque en sus primeras aplicaciones se limitó a emplearla con el propósito de separar sustancias coloreadas.
Un ejemplo de esto es que el autor antes mencionado se valió de la cromatografía líquida de alta resolución para separar de un extracto de plantas los componentes coloreados. No obstante, tuvieron que transcurrir unos 25 años para que realmente fuera valorada y desarrollada esta técnica.
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La cromatografía líquida consta de una fase estacionaria no polar (columna) y una fase móvil. La fase estacionaria de la cromatografía se caracteriza por ser sílica, siendo tratada con RMe2SiCl, mientras que la fase móvil actúa como un portador de la muestra.
A diferencia de la cromatografía de gases, la cromatografía HPLC no se ve limitada por causa de la volatilidad o la estabilidad térmica que tenga la muestra. Por el contrario, esta clase de cromatografía permite separar macromoléculas y especies iónicas, así como materiales poliméricos, productos naturales lábiles y una gran diversidad de otros grupos polifuncionales que tengan alto peso molecular.
Además, uno de los aspectos fundamentales de la cromatografía HPLC es que permite una mayor gama de estas interacciones selectivas y más probabilidades para hacer la separación, puesto que ofrece una mayor diversidad de fases estacionarias.
El surgimiento de la cromatografía líquida de Ultra Alta Resolución (UHPLC) ha permitido reducir los tiempos de análisis, ya que ofrece una mejor resolución cromatográfica, reduciendo los tiempos de análisis. Esta tiene aplicación en una variedad de industrias, entre las que se pueden destacar las siguientes:
Bioquímica: Proteínas, aminoácidos, lípidos, carbohidratos.
Productos de alimentación: Antioxidantes, edulcorantes artificiales, aditivos, aflatoxinas.
Fármacos: Sedantes esteroides, analgésicos y fármacos.
Contaminantes: Pesticidas, herbicidas, fenoles, PCB.
Medicina clínica: Metabolitos de drogas, estrógenos, extractos de orina, ácidos biliares.
Química forense: Venenos, drogas, narcóticos, alcohol en sangre, entre otros.
La cromatografía de líquidos de alta resolución es una técnica que permite el aislamiento y la purificación de productos que tengan valor en las empresas químicas y farmacéuticas, como en el caso de la bioquímica o la biotecnología.
Esta cromatografía HPLC comprende un rango amplio de aplicaciones: desde el aislamiento de 1µg de muestra con el fin de obtener la identificación espectroscópica hasta el aislamiento de un compuesto puro de una mezcla de 100 g.
La cromatografía HPLC preparativa se emplea para realizar diversos tipos de procesos químicos, entre los que se pueden resaltar los siguientes:
Esperamos que este artículo haya aclarado tus dudas en torno a cómo funciona la cromatografía de HPLC, que ha sido de gran utilidad en el ámbito científico.
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