Con los cromatógrafos de laboratorio puedes detectar toda clase de sustancias de cualquier mezcla, así como determinar qué elementos contiene una materia y cuánta cantidad hay en sus componentes. En Net Interlab te explicamos todo sobre estos equipos, los tipos que existen y sus principales características.
Un cromatógrafo permite obtener el estado más puro de una sustancia. Generalmente, este procedimiento se realiza en los laboratorios por los siguientes dos motivos:⇨ La cromatografía procede a separar los componentes de una mezcla para su uso posterior.
⇨ Otra función de la cromatografía es la medición de proporciones de los componentes de una mezcla con fines analíticos. En este caso, las cantidades tomadas del material suelen ser muy pequeñas.
El uso de los cromatógrafos se expande en todas las ramas de la ciencia que persiguen un mismo objetivo, el de identificar y determinar las cantidades de un componente.
Si estás interesado en comprar cromatógrafos de laboratorio, debes saber que estos te ayudarán a conseguir los mejores resultados en tus investigaciones o análisis de rutina, los cuales requieren de herramientas precisas para calcular la cantidad o densidad de ciertas partículas.Asimismo, el uso de los cromatógrafos en los laboratorios mejorará la productividad del trabajo y obtendrás un mejor rendimiento operativo para incentivar la innovación. Y, por supuesto, al obtener la esencia más pura de una sustancia, podrás almacenarla para un uso posterior.
Si no sabes demasiado acerca del funcionamiento de los cromatógrafos, también puedes solicitar nuestros servicios de asesoramiento para que aproveches al máximo las funcionalidades de este equipo.
A su vez, puedes pedir ayuda a nuestro servicio técnico para que tus cromatógrafos de laboratorio puedan rendir por más tiempo, garantizando un óptimo funcionamiento de todos sus componentes.
Las técnicas de cromatografía que puedes aplicar en un laboratorio se pueden distinguir de acuerdo a su fase estacionaria. Entre ellas se encuentran la cromatografía de gases, la cromatografía de líquidos y la de fluidos supercríticos.
La cromatografía de gases es ideal para compuestos no volátiles, en donde la muestra es trasladada mediante una columna por el flujo de dióxido de carbono o nitrógeno.
En cuanto a la cromatografía líquida, se trata de una técnica habitual para separar de forma física los componentes de una mezcla mediante la adsorción selectiva.
Y, por último, está la cromatografía de fluidos supercríticos, que es capaz de separar compuestos no volátiles o térmicamente inestables que no se pueden utilizar con los métodos mencionados anteriormente.
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