La cristalización es un método de separación que se parece bastante a la evaporación, pero este proceso del que vamos a profundizar en este artículo cuenta con la ventaja de ser más rápido. En Net Interlab somos especialistas en diferentes técnicas de separación de mezclas, por lo que con nosotros te informarás adecuadamente sobre todas ellas.
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Denominamos cristalización como método de separación a la formación de un compuesto cristalino sólido a partir de compuestos en estado líquido. Es decir, que el nombre de esta técnica proviene del hecho de cristalizar una sustancia determinada.
Para que esto suceda, se seleccionan el disolvente o una mezcla de disolventes en función de la solubilidad del sólido y de las impurezas. Por lo tanto, impera la necesidad de encontrar un disolvente soluble en caliente e insoluble en frío para el compuesto sólido que se desee someter a esta cristalización como método de separación.
Cabe destacar que es posible repetir este proceso una segunda vez si en primera instancia no es posible lograr una purificación completa.
Para dar comienzo a la cristalización de sustancias, hay que empezar realizando en ellas algunas pruebas de solubilidad a fin de hallar el disolvente apropiado para el proceso. Cuando este primer paso se ha cumplido, procedemos a mezclar el sólido que queremos purificar con una cantidad muy pequeña de disolvente en caliente hasta obtener una disolución.
En caso de que queden pequeñas partículas sólidas en suspensión, procedemos a realizar una filtración para acabar con ellas. Además, también es posible recurrir a carbón activo para solucionar turbideces o impurezas coloreadas. Y el siguiente paso sería dejar enfriar el resultado hasta que se formen los cristales deseados.
Por último, para culminar la cristalización como método de separación es necesario realizar una filtración al vacío o por decantación. Cuando los cristales del líquido se han filtrado por completo, tendremos dicha cristalización como resultado tras eliminar parcialmente el disolvente. Y para comprobar su pureza, se puede hacer sencillamente mediante el punto de fusión o por cromatografía en capa fina.
La cristalización como método de separación se puede usar para dividir los componentes de mezclas homogéneas, como es el caso del azufre, por ejemplo. Cuando se trabaja con este elemento químico y se induce a una evaporación, el resultado final que obtenemos en este proceso es la sal de mesa que consumimos a diario.
Otras sustancias como el éter de petróleo, el cloroformo, la acetona, el acetato de etilo, el etanol y el agua también se pueden someter a esta técnica, ya que su punto de ebullición es superior a los 60°C.
La clave para entender el proceso está en la diferencia de puntos de fusión, y es que en estas condiciones es cuando se produce una disolución saturada. Y cuando ésta se enfría, se satura en exceso y es cuando tenemos la cristalización como conclusión.
Concebimos la cristalización como un proceso físico de endurecimiento durante la formación y el crecimiento de compuestos cristalinos. Como hemos podido observar en la explicación anterior, se trata de un procedimiento realmente dinámico y es la técnica más simple y eficaz para purificar compuestos sólidos.
Como ya hemos indicado, la cristalización es un método de separación que principalmente se usa para obtener cristales puros de determinadas sustancias (vistas previamente) a partir de una mezcla impura. Entre ellas, el agua de mar suele ser una de las más habituales, ya que ésta permite lograr sal pura.
No obstante, también es posible utilizar esta técnica para extraer cristales de alumbre puros a partir de un alumbre impuro, por ejemplo. Respecto a la evaporación, hay una principal ventaja a destacar, ya que es un método de mayor efectividad, además de que es capaz de eliminar las impurezas solubles.
Asimismo, es destacable su uso en la industria farmacéutica, donde se recurre a la cristalización como método de separación y purificación cuando se quiere trabajar en la síntesis y el aislamiento de cocristales, ingredientes farmacéuticos activos puros (API) o separación de isómeros quirales, entre otros procesos.
La cristalización es un método de separación muy versátil y que aporta múltiples beneficios cuando se emplea en los laboratorios:
Para concluir este artículo, podemos ver varios ejemplos cotidianos de productos que solemos utilizar o consumir prácticamente a diario y que son resultado de la cristalización:
¿Te ha resultado útil este artículo para profundizar tus conocimientos acerca de la cristalización como método de separación? Para más información sobre el trabajo en laboratorio y todas las técnicas que aplicamos en nuestro día a día en Net Interlab, no dudes en seguir visitando los diferentes artículos de nuestro blog.
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