En el campo del análisis químico, es necesario contar con instrumentos de medición como podría ser la bureta de laboratorio, el cual forma parte ya del kit de materiales imprescindibles a incluir en tu laboratorio de química o farmacia.
Si necesitas saber más cosas sobre la bureta de laboratorio, te invitamos a seguir leyendo este artículo para conocer los diferentes tipos que existen, cómo deberá usarse este instrumento de medición y qué errores debes evitar para que no surja ningún inconveniente en el día a día de tu trabajo.
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La bureta de laboratorio es un material volumétrico similar al de una pipeta, a diferencia de que esta no ofrecería tanta precisión como la bureta. Como norma general, este tipo de artículos son fabricados con vidrio y cuentan con una llave de paso que permite derramar el líquido contenido en la misma en forma de goteo.
Actualmente, existen 2 tipos de buretas de laboratorio que se distinguen por el tipo de llave de paso y el uso que se suele dar a las mismas en el día a día de nuestro trabajo: La bureta de Mohr y la bureta de Geissler.
A continuación te explicamos los aspectos básicos que diferenciarían un modelo de bureta de otro:
Este material cuenta con una llave de paso hecha de vidrio esmerilado, el cual se puede deteriorar con ciertas sustancias químicas. Lo recomendable es evitar que el líquido esté mucho tiempo en contacto con la bureta con el objetivo de aminorar las posibilidades de deterioro de la llave paso en cuestión.
La bureta de Geissler se distingue de la de Mohr por contener un tubo de goma con una bola de vidrio en su interior, el cual sustituye la llave de vidrio y permite que esta actúe a modo de válvula de seguridad.
Generalmente, la bureta de laboratorio se usa para trabajos volumétricos, en donde es necesario analizar la disolución de ciertas sustancias con componentes de carácter ácido. Este instrumento de medición volumétrica permite obtener un cálculo preciso de la cantidad de base que necesitaremos para neutralizar un ácido en cuestión.
Por otro lado, existen algunas prácticas de laboratorio que requieren verter volúmenes de líquidos con gran exactitud, por lo que una bureta graduada nos permitirá el paso del líquido gota a gota mediante la manipulación de su llave de paso.
Una vez hemos dado una pequeña definición de la bureta de laboratorio y los tipos que ofrece el mercado en la actualidad, a continuación te explicaremos paso a paso cómo utilizar este material de medición para que puedas obtener los mejores resultados en el día a día de tu trabajo:
Para saber si el líquido contenido en la bureta se encuentra en su justa medida, coloca la línea de medición a la altura de los ojos. Lo ideal es que dicho líquido se encuentre estable para comprobar la alineación real de este con la línea de trazo de nuestro instrumento de trabajo.
La bureta de laboratorio es un artículo tan frecuente en este tipo de espacios de trabajo que, en multitud de ocasiones, no nos cercioramos de la gran cantidad de errores que cometemos durante su utilización.
→ Algunos de los más frecuentes se encontrarían en la aplicación de lubricantes en las llaves de paso del instrumento. Esto es algo que hacemos pensando en facilitar el traspaso del líquido de un artículo a otro.
No obstante, esta acción es del todo innecesaria en tanto en cuanto la bureta de laboratorio ya ha sido diseñada para esta función, pudiendo incluso llegar a arruinar la composición de la sustancia a medir con nuestra dispositivo de medición.
Por otro lado, durante la utilización de la bureta de laboratorio, es importante no ignorar las burbujas de aire minúsculas que se impregnan en la llave de paso de la misma.
Esto tipo de olvidos podrían llegar a alterar la medición y afectar inclusive la composición de líquido a manipular. En caso de detectar cualquier tipo de burbujas una vez vertamos el líquido en nuestro artículo de laboratorio, debemos proceder de manera inmediata a su completa eliminación.
Otro error bastante habitual es vaciar demasiado rápido la bureta de laboratorio, no protegiendo la parte superior de este artículo contra los agentes externos de componentes dañinos. Si la bureta es vaciada demasiado rápido, correremos el riesgo de que algunas partes de sus paredes internas queden impregnadas del líquido con el que estamos trabajando.
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